martes, 9 de septiembre de 2008

CASTILLEROS INDOMABLES

Conmovedor relato que nos envía nuestro amigo Scorpio

Sísifo fue un personaje de la mitología griega que desafió a los Dioses del Olimpo y éstos le condenaron a que eternamente subiera la montaña del Tártaso cargando una enorme roca que al llegar a la cima se desprendía de sus manos y, rodando ladera abajo, le obligaba a iniciar de nuevo su trabajo en un castigo eterno y sin esperanza que nunca obtendría la satisfacción de completar.

Pero astuto e indomable, Sísifo les desafió de nuevo convirtiendo su castigo en una proeza de la que siempre saldría victorioso.

Al llegar a la cima de la montaña, y viendo que la roca se le iba de las manos, él miraba al cielo desafiante y gritaba que era capaz de volver a subir aquella ingrata piedra cuantas veces fuera necesario.

El "sísifo" que yo conozco se preguntó que hacía allí aquella mañana de domingo sentado en la más absoluta soledad escuchando el sonido del viento serpentear sobre los desoladores terrenos de los "Llanos de Juan Grande", mientras contemplaba los restos que quedaban de su entrañable caseta de la "Zona Cero",

No se molestó en reprimir unas lágrimas de impotencia al recordar a los hombres y mujeres que todas las mañanas se citaban en aquel emblemático lugar y que, con la única ayuda de un buen café y la ilusión de saberse útiles, bajaban cada día la pequeña ladera para situarse frente a los camiones y tractores.

Estaba preparado para soportar los rigores de la madrugada, para desafiar las argucias de una policía empeñada en enredarlo en líos de juicios y denuncias, pero su viejo y cansado cuerpo no soportó la crueldad de quienes, estando obligados a defenderle, lanzaron sobre sus pocas fuerzas aquel ejército despiadado, que sin razón ni piedad, le castigaron sin honor hasta doblegar su orgullo.

Le asustaba toda esta sin razón y, por un momento, se siente vencido, respira hondo, recuerda los rostros de sus hijos y nietos e inmediatamente su rabia vuelve a manifestar su justa indignación y, mirando al cielo, siente deseos de gritar:

"¡Volveré a bajar cuantas laderas pongan en mi camino, hasta que un día pueda desmontar esta maldita cárcel, cargando una a una las piedras que conformen sus muros!

¡Nunca me verán vencido!"

Scorpio


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1 comentario:

Anónimo dijo...

SEÑORES EN LAS BATALLAS, O SE GANAN O SE PIERDEN, LO QUE NO HAY QUE HACER NUNCA ES ESPERAR SUS MOVIMIENTOS PARA NOSOTROS MOVER FICHA, ELLOS SON MAS PODEROSO~$ QUE NOSOTROS PERO LA VALENTIA DE UN PUEBLO TIENE MUCHO MAS PODER.
Y MAS CONOCIENDO DE ANTEMANO A LOS BUENOS Y A LOS CORRUPTOS Y QUE HA SIDO EL CASTILLO QUIEN LOS HA SACADO DE SUS MADRIGERITAS, O SEA A SEGUIR Y QUE LES CUESTE¡¡
UNA CASTILLERA