sábado, 16 de mayo de 2009

OTRA MUESTRA MÁS DE LA FALTA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN NUESTRO AYUNTAMIENTO.

Sin seriedad y sin verguenza.

FUENTE: Maspalomasahora.com

Domingo Viera González

La cronología de los hechos es la siguiente: los vecinos y vecinas de Juan Grande, sobre todo los que vivimos en la parte baja, venimos sufriendo en nuestras familias y en nuestras viviendas, desde hace unos años, las consecuencias de una desidia para la que ya no encontramos calificativos. Cada año, cuando la lluvia cae con un poco de intensidad, hemos de soportar cómo el agua sube y amenaza con meterse en nuestras casas y, algunos, hemos visto cómo esto ya ha sucedido. Cada año, y por nuestros propios medios, hemos de salir a levantar tapas de alcantarillas para que el agua salga un poco más aprisa. Cada año hemos tenido que sacar fotos, hacer escritos de denuncia y entregarlos en el Ayuntamiento con el fin de que se arregle en condiciones la salida natural de agua. Y cada año hemos de lamentar que ni una corporación ni otra se planteen seriamente un proyecto que solucione este problema.

Pero este año hemos llegado ya al paroxismo de esta situación. Al parecer esta corporación se había planteado, de nuevo al margen de la participación de los vecinos y vecinas, el reafaltado de las calles del pueblo. Nos enteramos porque un buen día aparecieron unas máquinas y unos trabajadores que comenzaron las obras. Hablamos con algunos Concejales y algún cargo de confianza para conocer qué proyecto tenían para acometer el arreglo en condiciones de los desagües de las correntías del agua de lluvia, sobre todo, y, aunque no lo tenían claro (o cada uno tenía su idea) se comprometieron a tener una reunión con los vecinos para tratar este tema antes de comenzar a poner el asfaltado.

Pero nada de esto ha ocurrido. Lo que sí ha ocurrido es que un buen día, al llegar por la tarde del trabajo, nos encontramos nuestras calles ya asfaltadas como a hurtadillas. Este nuevo asfalto llega casi hasta la misma altura de las aceras y, en algunos casos, está a la misma altura. Los desagües que han instalado no resuelven el problema pues, como los anteriores, se taponan enseguida desde que el barranco arrastra, con el agua, barro y algunas ramas de árboles o desperdicios. Y lo más grave de todo ello es que no sólo no han servido para nada los escritos presentados en el Ayuntamiento con imágenes de lo que ha venido sucediendo en todos estos años, ni las numerosas conversaciones con Concejales y cargos de confianza, ni las promesas de reuniones incumplidas, ni el temor metido en el cuerpo cada año de que en cualquier momento caiga un chaparrón que se lleve por delante todo lo que tengas en tu casa, ni las recomendaciones (siempre desoídas) de los mayores que les han dicho cuál es su experiencia y cómo debían de proceder, sino ahora tenemos, además, la política de hechos consumados de reafaltado de las calles a la carrera, con el gasto del dinero público y sin que eso tenga marcha atrás.

Los vecinos estamos ya hartos de hacer escritos que mueren en los cajones o en las papeleras del Ayuntamiento (cuando no perdidos en no se sabe qué traslado de oficinas) y hemos decidido, al menos los más afectados directamente, dirigirnos al Diputado del Común de Canarias y, si es necesario, al juzgado para denunciar a los responsables del Ayuntamiento que están cometiendo esta serie de barrabasadas contra nuestras familias, contra nuestra seguridad y contra nuestra salud y que, encima, están cobrando del dinero público para ello.

Si este es el plan de obras que los responsables del Ayuntamiento tienen previsto ejecutar en Juan Grande y si este es el modelo de participación ciudadana que piensan seguir, malos tiempos nos esperan. Si esta es la capacidad de gestión que tienen los actuales responsables públicos y sus cargos de confianza, ¡en manos de quién hemos delegado nuestros asuntos colectivos!

Y no estamos pidiendo un favor. Sólo el cumplimiento de las cuestiones más elementales que garanticen la salud pública, la seguridad de nuestras familias y enseres y el ser tratados como ciudadanos que queremos opinar y decidir sobre las cuestiones que nos afectan. Sólo queremos ser tratados como personas y no como instrumentos electorales.

Pero estamos viendo y experimentando que no hay seriedad. Tampoco vergüenza.

No hay comentarios: