domingo, 1 de marzo de 2009

LA CARGA DE ENERGÍA NEGATIVA DE CANARIAS

Manuel Fernández,
Vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos El Real de Las Palmas


El título de este comentario está motivado por los continuos conflictos, problemas, pegas, corruptelas e incompetencias que frenan el desarrollo energético de nuestras islas Canarias.

Tenemos que partir de la base de que Las Islas Canarias, por ser un territorio fragmentado, tiene que producir la energía eléctrica que consume en cada una de sus islas, disponiendo para ello una planta térmica, que quema combustibles fósiles para evaporar el agua que hace girar los álabes de las turbinas que logran inducir un movimiento giratorio a su eje, solidario con el del alternador que produce la energía eléctrica.

Uno de los problemas que presenta este archipiélago es que, salvo entre Lanzarote y Fuerteventura, no se pueden tender cables que conduzcan la corriente eléctrica producida en una isla hasta la otra, con el consiguiente ahorro en instalaciones y mayor eficiencia en la producción de energía, por las enormes profundidades existentes entre islas.

Es por ello que cada isla tiene su planta térmica de generación de energía, y las islas mayores, Tenerife y Gran Canaria tienen dos cada una de ellas, emitiendo un enorme cantidad de toneladas de CO2, (Dióxido o Anhídrido de Carbono), gas de efecto invernadero, ostentando nuestras islas el récord de emisiones de este pernicioso gas de todas las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea.

A nadie se le esconde la imperiosa necesidad de que las Islas Canarias sean energéticamente independientes de suministros exteriores, sea petróleo o gas, pues la factura es considerable, somete al archipiélago a una dependencia económica y política que coarta el desarrollo de las islas.

Pues es como si existiese una confabulación para que esa ansiada independencia energética no se produzca en nuestras islas, y les relato el por qué:

1. Anulación del primer concurso eólico por motivos de sobra conocido, donde la ambición hizo prevalecer el interés particular al colectivo, enviando a un par de personas a la cárcel, pero que lograron dar un parón al concurso del que todavía no nos hemos repuesto (¡Cuanto millones de euros en energía no producidos!, ¡cuantos millones de toneladas de CO2 se hubiesen dejado de emitir a la atmósfera!)

2. Concurso Eólico de Lanzarote: el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y en Lanzarote volvieron a tropezar: Ya está en los tribunales el resultado del concurso de asignación de energía eólica a producir en Lanzarote, donde se presenta a concurso una entidad formada por los ayuntamientos y cabildo de la isla, y gana el concurso una empresa propiedad en parte del estado Italiano. Y por si eso fuese poco, el 9 % de los beneficios que debe, por imposición del concurso, recaer en una entidad pública, se le otorga no a un ayuntamiento de Lanzarote, que sería lo lógico, no señor, se le otorga a un ayuntamiento de la isla de Tenerife.

3. Próxima resolución del nuevo concurso eólico de Gran Canaria, donde, ya sin haber sido resuelto, tiene aviso de ser llevado a los tribunales porque no se ha realizado el Plan Insular de Ordenación del Territorio, PIOT, donde tienen que venir especificadas las áreas donde se pueden instalar los parques eólicos.

4. El Hierro 100% renovables: Un magnífico proyecto que pretende hacer del El Hierro la primera isla del la Unión Europea independiente energéticamente por medio de parques eólicos, planta mini hidráulica, y huerta de placas fotovoltaicas, que en vez de marchar con toda la energía posible, transcurre tan lentamente que ya no sabemos cuando se va a concluir el proyecto.

5. Planta mini hidráulica en la Isla de Gran Canaria, proyecto estrella del nombramiento de parte de la isla como Reserva Mundial de la Biosfera, bombeando agua desde una presa de cota inferior hasta otra superior, aprovechando la energía eólica y fotovoltaica que no se puede verter en la red, o la producida en horas valle, para dejarla caer hasta una planta minihidráulica, que podría producir un nada despreciable porcentaje de energía limpia de la consumida en Gran Canaria, y lo único que se sabe hasta la fecha es que ya se sabe a cuanto se va a pagar el Kw./h. producido a la entidad concesionaria de la explotación, lo cual le confiere una ventaja sobre el proyecto de El Hierro 100% renovable, que aún no tiene asignado ese dato, fundamental para hacer los números.

6. Planta de Biometanización en el vertedero de El Salto de El Negro: que con un costo inicial de 25 millones de euros ya va por 60 millones, hace cuatro años que no está acabada y según últimos datos aún le quedan un par de meses por comenzar los diez meses de pruebas hasta su definitiva puesta en marcha, habiéndose dejado de producir 2,6 Mw. anuales, reducir hasta la mitad los residuos orgánicos que llegan al vertedero y de producir toneladas y toneladas de compost, que, como saben, es un abono orgánico de gran valor para la agricultura. Y todo ello porque el Gobierno de Canarias (el mismo que asigna la potencia eólica, el mismo que tiene que desarrollar el proyecto El Hierro 100% renovables, o el proyecto estrella de la Reserva Mundial de la Biosfera de Gran Canaria, el mismo que insiste en instalar la regasificadora y además, en tierra) encargó la construcción de esa planta en dos fases, adjudicándole la primera fase a una empresa y la segunda a otra, y hasta que no estuvieron concluidas las dos fases no se dieron cuenta los políticos ni los ingenieros de la Consejería correspondiente de ambas fases eran incompatibles, debiéndose invertir 30 millones de euros (más que el coste inicial) para su compatibilidad, que, por lo visto, aún no se ha conseguido. (¿Dimitió algún político? ¿Despidieron a algún ingeniero? ¡Condenaron al pueblo canario a pagar 30 millones de euros, 15 € por habitante, a no producir esa energía, haber evitado la parte proporcional de emisiones de gases contaminantes, de haber producido toneladas de compost y de haber prolongado la vida del vertedero un par de años más! Pero no pasa nada, el pueblo aguanta lo que le echen, y los políticos lo saben, no protesta, no se hacen manifestaciones, y cuando lleguen las elecciones, votaremos a los mismos. ¿Realmente tenemos el gobierno que nos merecemos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está claro que ya acabo la epoca del ladrillo y que la posible futura gallina de los huevos de oro está en la energía renovable: "si algo existe, es susceptible de ser objeto de especulación". Tristisimo.